martes, 12 de diciembre de 2017

Algo de lo que cambiará la vida - Something that will change the life

Gracias a la investigación de los últimos decenios, hoy podemos hablar de noticias positivas en la lucha contra el cáncer, con la tendencia hacia tratamientos personalizados. Incluso en la última semana de noviembre de este año 2017 se ha probado en ratones un antibiótico efectivo para el cáncer colorrectal, y se están dando pasos para luchar contra la célula maligna, utilizar sistemas de inmunología para atacarlo y eliminarlo. También se avanza en la lucha contra el alzhéimer, todo ello loable. Tenemos que exigir dedicar más dinero para la investigación sobre la segunda causa de muerte en nuestro país: el ictus, y el tratamiento indispensable contra el Daño Cerebral Adquirido (DCA), siendo imprescindible que la posterior terapia sea individualizada.
Lo que dice el neurobiólogo español Rafael Yuste explica por qué hubo tanta gente que no quiso los escáneres que permitían ver todo en los aeropuertos: ahora sabemos que los escáneres cerebrales de última generación que tenemos en los hospitales y clínicas se está empezando a “adivinar lo que la gente está viendo, casi lo que está imaginando”. Sigue diciendo que en dos o tres décadas es muy posible que se pueda descifrar “el código cerebral”, en el proyecto “Investigación del cerebro a través del avance de neurotecnologías innovadoras”, donde trabaja el neurobiólogo citado. Es una de las nuevas tecnologías que podría ayudarnos a superar los mayores retos que afrontamos como especie, pero también existen muchas probabilidades de que las élites, los que realmente dirigen este planeta, se lo queden y el mundo será más desigual. Estas tecnologías, conjuntamente con los avances genéticos y la inteligencia artificial (IA), en la que incluyo los avances informáticos, van a ser determinantes para el futuro de los humanos. No olvidemos que se están invirtiendo grandes cantidades de dinero en todas estas investigaciones.
Por lo que conocemos, el futuro conduce a lo mismo, por ello tenemos la obligación de pensar en lo que va ser de nuestra especie humana. Debemos regular y controlar con mano férrea reglas éticas para que lo que se está descubriendo sea para el bien de la humanidad. No debemos dejar de estar atentos y reclamar la igualdad y la solidaridad para todos.

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