Este nombre, no
correcto y utilizado por similitud con los invernaderos, se utiliza para
definir los gases que están en la atmósfera y permiten mantener en la Tierra la
temperatura adecuada para que la vida -cómo la entendemos- sea posible. No es
un hecho único, en nuestro Sistema Solar también existe en los planetas Venus y
Marte, aunque no con la composición y forma para tener vida del mismo modo que
en la Tierra.
Estos gases de efecto
invernadero están compuestos básicamente por vapor de agua (H2O), dióxido de
carbono (CO2), metano (CH4), ozono (O3), y óxidos de nitrógeno (N2O) que evitan
que la energía que recibe y genera la tierra se escape en su totalidad hacia el
espacio, posibilitando que la temperatura de nuestro planeta sea la adecuada,
su exceso es peligroso, y ahí entramos en la hipótesis Gaia de autorregulación
del planeta o en el tan temido Cambio Climático.
Otra escudo protector la magnetosfera -en la que se encuentran los cinturones de Van Allen- consigue que la mayor parte de la radiación cósmica sea desviada, permitiendo que sólo determinadas radiaciones puedan llegar a la superficie terrestre. Las radiaciones infrarrojas y visibles son absorbidas por la atmósfera el 25% y el 40% por la superficie terrestre, una parte de la radiación infrarroja reflejada es absorbida los gases de efecto invernadero que la devuelven a la Tierra permitiendo mantener la temperatura, entre el 30% y el 35% es devuelta al espacio exterior. Los rayos gamma, rayos X, y las radiaciones ultravioletas son retenidas por la capa de ozono, el llamado agujero de ozono -reducción de la capa de ozono- en la Antártida se abre anualmente en los meses de agosto y septiembre, recuperándose durante el verano austral -noviembre y diciembre-, los últimos estudios calculan que el tamaño del agujero -área de la capa de ozono más fina- es de 22 millones de kilómetros cuadrados, cuando en 2009 era de 24 millones y en 2000, el año en que se registro la mayor brecha, 29 millones. El déficit del ozono también se ha reducido a 27 millones de toneladas, pasando por los 35 millones de toneladas de 2009 y las 43 de 2000.
Esquema de la reflexión y absorción de las radiaciones
Hay más factores que influyen
en al calentamiento global, así la erupción del volcán del monte Pinatubo en
Filipinas en 1991 produjo al año siguiente una reducción entre 0,1°C y 0,2°C, aunque las temperaturas
se recuperaron al año siguiente, también el clima responde a los cambios de
energía emitida por el Sol debido a su actividad cíclica de 11 años, a las variaciones
de la órbita terrestre, al movimiento de las placas tectónicas
-consecuentemente los terremotos-, a las corrientes oceánicas que actúan como
factor regulador del clima, al campo magnético terrestre, y sin duda a la
actividad de la humanidad en todos sus aspecto que producen cambios en los
niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Vistas
las variables que influyen en el clima no se puede afirmar que el calentamiento
global y el cambio climático sea consecuencia del aumento de gases emitidos por
la actividad humana, muchos deducen que cómo hay sospechas de que el CO2 y el
metano pueden influir lo lógico es reducirlos drásticamente, deberían tener en
cuenta el estudio sobre la Antártida -realizado por la Universidad de Goethe y
del Centro de Investigación del Clima y Biodiversidad en Frankfurt (Alemania)-,
donde se descubre que hace 46 y 53 millones años había selvas con hayas y
araucarias cómo se ven en Nueva Zelanda, y no lo relacionan con el CO2 que era
algo más del doble que hoy.