martes, 7 de agosto de 2012

Cien años de radiación cósmica - Hundred years of cosmic radiation

Obviamente se trata de la detección hace un siglo de la radiación cósmica por Victor Franz Hess el 7 de agosto de 1912 en un viaje en globo a 5.300 metros de altitud sobre el Lago de Schwieloch, comprobando que la ionización -carga energética eléctrica- aumentaba con la altitud, sus estudios le llevaron a deducir que procedía del exterior de la atmósfera, por ello le concedieron el Nobel de Física en 1936.

Entrega premio Nobel

La radiación cósmica se compone de partículas más pequeñas que los átomos que viajan a velocidades próximas a las de la luz y por lo tanto con mucha energía, la mayoría son protones, pero también se pueden encontrar electrones, neutrinos, rayos x, ultravioletas, alfa, beta, gamma. No está claro de donde proceden, lo que sí sabemos es que las llamaradas solares producen este tipo de radiaciones, por lo que al encontrarse en todo el Universo es de suponer que proceden de otros sistemas galácticos, especialmente de las  explosiones de las supernovas, también existen grandes probabilidades de que surjan de los agujeros negro. Viajan por el Universo y están sometidas a las cuatro fuerzas fundamentemos, especialmente la gravitatoria y el electromagnetismo, y por supuesto a la fuerza de la energía y materia oscura, por lo que su trayectoria es variable.

Con menos frecuencia rayos cósmicos muy energéticos golpean la Tierra, “la hipótesis más probable es que proceden de los enormes agujeros negros en el centro de galaxias”, de acuerdo con la teoría del premio Nobel James E. Cronin, aunque recientemente se ha descubierto por el satélite Fermi de la NASA un "nido" de rayos cósmicos en un grupo estrellas jóvenes con mucha masa. Los astronautas siguen mostrándose sorprendidos por este fenómeno, Mark Kelly -el comandante que tripuló el último viaje del transbordador espacial Endeavour de la NASA el 16 de mayo del 2011- dice "Hace once años, cuando hice mi primer viaje espacial me sorprendí de seguir viendo unos flashes atravesando mis pupilas, mi cuerpo. Desde ese momento me interesé por los rayos cósmicos", en ese viaje llevaron el Espectrómetro Magnético Alpha (AMS-Alpha Magnetic Spectrometer), que ya permite estudiarlos mejor.

Simulación impacto radiación cósmica

El estudio de la radiación cósmica con los cohetes Explorer permitió a Van Allen en 1958 descubrir los cinturones que llevan su nombre, formando parte de la magnetosfera, que protege a la Tierra de las radiaciones, ejerciendo una fuerza sobre las partículas debido al campo eléctrico y magnético de la Tierra, sólo una pequeña parte llega a nuestra superficie, conformando con la radiación terrestre la radiación natural. Son tan intensas que incluso se dio veracidad a la noticia -en enero de este año- de ser la causante de la avería del ordenador de la sonda rusa Fobos-Grunt con destino a Marte, cuando probablemente se debió a un defecto de diseño.
Cómo no podía ser de otro modo, la radiación cósmica, lo mismo que las llamaradas y eyecciones solares también se han relacionado con el Cambio Climático, existiendo numerosos estudios que confirman que no se puede descartar su influencia.

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