viernes, 24 de julio de 2015

Inseparable, nada lo puede apartar - Inseparable , nothing can divert

No voy a tratar de las mascotas, y mucho menos de las parejas sea cual sea su condición, en realidad las acompaña en todo momento, y algunas les ha servido para poderse conocer, me estoy refiriendo al aparato imprescindible, casi independiente de la edad, del teléfono móvil y más en concreto de los smartphones o de los phablets (los de la pantalla más grande). La mayoría duerme con él, bueno en la mesilla de noche, no vaya ser que se pueda perder algún contacto ó comentario.



No importa estés donde estés, vemos muchos en la mano, o en bolsillo o bolso y los oímos sonar, y cómo en muchos casos la música de llamada es igual o parecida, varios se van en busca del "inseparable" para poder contestar, a la llamada o un mensaje, WhastApp, Facebook, Twiter. En la calle no es infrecuente que una pareja vayan muy agarraderos y uno de ellos hablando por él, los jóvenes, y menos jóvenes teclean con rapidez en ascensores, pasos de peatones, aceras, sí contásemos las pulsaciones por minuto veríamos que pocos de los que por su trabajo tienen que teclear no lo harían. Las charlas, tan amenas en otros tiempos en un café han sido sustituidos por envíos de mensajes, sin descartar que se envíen a alguno de los que están sentados a su lado, posiblemente sea la forma de comunicarnos con los que tenemos sentados a nuestro lado,  parece que es así, quizás mañana cambie, aunque cibernético tenemos de todo sexo incluido, ahí y en la circunstancias económicas de la crisis podamos encontrar una explicación a la reducción de la natalidad.

En la sala de espera del médico, en el ascensor, en el tren (algunos trasmiten el recorrido), no sólo conocemos todo lo que están hablando, les importa poco que sea personal, de negocios o que molesten al que quiere descansar, no pueden parar de hacerlo. Ahora por los mensajes de texto y las redes sociales sólo vemos teclear absortos a la mayoría de los que nos rodean, es el nuevo "dios" al que rendimos pleitesía en todo momento íntimo o no. Un adelanto que cambió nuestras vidas quizás cómo no hubo nada desde la era industrial, ahora desgraciadamente somos "esclavos" del nuevo "señor", los hay que le rinden pleitesía desde que salen de casa, van con los auriculares puestos a todos los lugares.

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