jueves, 11 de mayo de 2017

Una gran mujer - A great woman


Apoyada en el balcón con una falda roja, camisa blanca con rayas finas del mismo color, un cinturón negro en su delgada cintura, hermosa es lo menos que pudo pensar. Lo sabía y comprobó que existió un antes y un después. Este último tan largo que no tendrá fin. Una mujer excepcional, y volcada en los demás durante toda su vida, siempre dispuesta, con una inteligencia por encima de la media, como demostró en los estudios, oposiciones, trabajos y en todas las facetas de su vida. Los que la conocieron o conocen no pueden olvidar su alegría, su disposición permanente para ayudar a los demás, lo que la llevó a estar siempre en contra de la injusticia y al lado del necesitado, separado, divorciado, alejado de la sociedad, acompañando a madres y esposas de drogadictos o sida, sin olvidar a los sin techo y enfrentándose a los xenófobos, abrazando y comiendo en un país extranjero con la persona de color a la que atacaban. Luchó y consiguió mejorar e incluso darles lo que necesitaban a muchos de esos colectivos, alegre, trabajadora y eso que nunca será nombrada en ningún 8 de marzo.

Radiante, sin apabullar, en el lugar oportuno del mayo del 68, cerca de la "revolución de los claveles", o cantando por primera vez "Libertad sin ira" al lado de "Isidoro"; velando cuando dieron garrote a Salvador Puig Antich, sin dormir el 27 de septiembre de 1975, siendo de las únicas 500 personas que el 13 de julio de 1997 en Madrid pedían por la mañana que no matasen a Miguel Ángel Blanco, y manifestándose con los millones por la tarde cuando se supo el fatal desenlace. Sufrió amenazas terroristas pero no la hicieron cambiar su modo de ser ni su dulce sonrisa.

 La vida le pasó sus cuentas y su cuerpo se resintió. Pocos la creyeron pues trataba de seguir haciendo lo mismo, hasta que una madrugada un "golpe de sangre" la puso al borde de la muerte, tuvo la fortuna de que una prima que trabaja en el CHUO avisase a alguien en urgencias que cambiando todo el tratamiento le facilitó su lucha por vivir (gracias). Superó un segundo golpe, sigue luchando, con algún bajón, por salir y superar cada día un obstáculo y avanzar en el Daño Cerebral Adquirido (DCA) conjuntamente con sus otros males. Consciente de que quien está a su lado la quiso, la quiere, la querrá, ya que la energía (ánima) no se destruye, sólo se transforma.

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