Desde el nacimiento de las tiendas virtuales la desconfianza ha sido, y continúa siendo uno de los grandes inconvenientes para las compras "on line" o tiendas de Internet. Los principales motivos son el miedo a pagar a través de la red y el no recibir lo que se ha comprado. Por otro lado coincidiendo con la Navidad, cada año van ganando cuota de mercado las ventas por Internet, lo que está obligando a cambiar las reglas de juego del pequeño comercio y de las grandes superficies.
La última novedad, ya funciona en EEUU, supone una revolución en venta y facilidades para el consumidor de tiendas "on line", en la misma publicidad utilizan el nuevo modelo cómo reclamo: compre por Internet y venga a buscarlo en nuestros locales. En España grandes firmas lo están implantando, han iniciado la experiencia en la Comunidad de Madrid con unos resultados muy positivos, consecuentemente se están aumentado las tiendas y grandes superficies que utilizan el nuevo sistema de acercamiento y venta al consumidor. Es muy simple, cuando se realiza la compra en Internet se dan dos opciones recibirlo cómo hasta ahora en casa, con las formas de pago existentes, o pasar a recogerlo personalmente por la tienda o gran superficie, eligiendo la tienda en donde se va a recoger, y sí no se ha pagado, hacerlo después de recibir lo que se ha comprado, y permitirá satisfacer lo que desean la mayoría de los consumidores -se estima en un 80%- que no se resiste a dejar de tocar el producto e incluso probarlo, lo que en muchas ocasiones es definitivo para la compra.
Es otra oportunidad para el pequeño comercio que no debe dejar pasar, tienen que tener un escaparate "on line" con las ventajas de las tiendas virtuales, lo que les va a permitir incrementar el número de clientes potenciales, y unas ventajas competitivas al entregar en el comercio el producto, sabiendo que una cantidad importante de los que pasen a recoger comprarán algo más, y además pudiendo aprovechar el valor añadido de la cercanía y trato personal del pequeño comercio. No deben olvidarse los elementos clásicos de la compra por Internet, confirmación del pedido, indicar cuando puede pasar a recoger lo comprado -se puede incluso dar opción de que pase cuando mejor le convenga dentro del horario comercial-, escogiendo el cliente la forma de pago, hacerlo "on line" o en el propio comercio, esto último hoy en día pocos lo hacen y creo que produce mayor confianza al consumidor teniendo que pagar después de la entrega de lo comprado.
No olvidemos que se puede obtener información del cliente, mientras realiza la compra, y completarlo con el contacto personal al venir a la tienda, dándole la atención personalizada característica importantísima del pequeño comercio, en contra de lo que sucede en las grande superficies que es el servicio de Atención al Cliente, que salvo excepciones, funciona sin personalizar.
Es un sistema que parece imparable, ya a finales de noviembre en el Evento Apps 2012 celebrado en Madrid se concluyó que la estrategia a seguir ha de ser un soporte multiplataforma -cómo la que hemos visto- porque la gente convive con varios soportes a la vez, smartphones, tablets, portátiles, PC's, y los utiliza.
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