viernes, 5 de abril de 2013

¡Hoy tengo un sueño! - Today I am a dream!


El cuatro de abril de de 1968 caía asesinado el Premio Nobel de al Paz Martín Luther King, gran luchador de los derechos humanos y de la igualdad, luchadcon la palabra convencido de que con ella lograría sus fines, nada de violencia.




En su discurso del 28 de agosto de 1963 delante de la estatua del Presidente de EEUU Abraham Lincoln pronuncio el famoso discurso que se conoce como 'I have a dream' (Yo tengo un sueño), hizo referencia, además de citas bíblicas, a la Constitución y de la Declaración de Independencia USA e indicaba los constituyentes 'estaban firmando un pagaré del que todo americano iba a ser heredero. Este pagaré era una promesa de que a todos los hombres —sí, a los hombres negros y también a los hombres blancos— se les garantizarían los derechos inalienables a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad.' Al día de hoy muchos de los que él defendía han podido cumplir los deseos que lo animaban y por los que murió.




Refiriéndome a nuestro país 70 años después tenemos que volver a recordar su discurso, ya que en muchos aspectos continúa siendo actual lo que dijo: 'Ahora es el momento de hacer realidad las promesas de Democracia; … ahora es el momento de hacer de la justicia una realidad para todos los hijos de Dios. Sería fatal para la nación pasar por alto la urgencia del momento … ¡Hoy yo tengo un sueno! Yo tengo un sueño que algún día cada valle será elevado, y cada colina y montaña será llana … Entonces dejen resonar la libertad desde la cima de los montes prodigiosos de New Hampshire; dejen resonar la libertad desde las poderosas montañas de New York; dejen resonar la libertad desde las alturas de las Alleghenies de Pennsylvania; … De cada lado de montaña dejen resonar la libertad. … cuando la dejemos resonar en cada aldea y cada caserío, en cada estado y cada ciudad, … podemos unir nuestras manos y cantar en las palabras del viejo espiritual Negro: “Libre al Fin, Libre al Fin; Gracias Dios Omnipotente, somos libres al fin.” 


Esas hermosas palabras siguen vigentes, y muchos aún tenemos el sueño de que por fin seamos libres, libres para poder ejercer la democracia sin adjetivos, que tengamos una Ley Electoral con listas abiertas justa para que la obtención de escaños sea proporcional al número de votos, y exista una efectiva separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Seguro que comparten muchos mi sueño de que la política deje de ser un lugar en donde las palabras pronunciadas por centinela Marcelo en la obra Hamlet de Shakespeare “Algo huele a podrido en Dinamarca”, que se dice cuando hay hechos censurables desaparezcan de la escena política.

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