martes, 20 de agosto de 2013

El alfil egipcio - The Egyptian bishop

Viendo el desarrollo de la partida de ajedrez mundial no sorprenden los sucesos de Egipto, el "alfil" que para Occidente supuso Egipto durante las presidencias de Gamal Abdel Nasser, Anwar el-Sadat y Hosni Mubarak se está tambaleando, afectando a la estabilidad de la zona y las relaciones en la órbita islámica, teniendo en cuenta que incluso supero sin traumas el asesinato de Sadat el 6 de octubre de 1981 ametrallado por seis soldados durante un desfile en El Cairo, lo de ahora es grave. Es el resultado de las llamadas "primaveras árabes" que desde Marruecos (con poca virulencia) sacudieron todo los países norteafricanos, con la previsible abstención de Argelia. "Primaveras" cuyos resultados produjeron un cambio radical en tres países Egipto, Libia que con la ayuda occidental supuso la muerte de Muamar el Gadafi y Túnez donde con régimen laico desde el fin de la Segunda Guerra Mundial pasaron a ser gobernado por partidos con fuerte influencia religiosa.

No encuentro explicación lógica al desarrollo de la "primaveras árabes", ni cómo los países más poderosos del mundo han "mirado" para otro lado para "contaminarse" lo menos posible salvo en Libia y Malí. El resultado lo estamos viviendo, guerra en Siria (aunque siguen empeñados en llamarla conflicto), guerra en Malí donde intervienen los países occidentales, problemas sin solucionar en Libia, y la tragedia que estamos viviendo en directo en Egipto. No creo que nadie en los países poderosos fuese tan "ciego" cómo no prever lo que sucedió, sucede y va a suceder. De continuar los sucesos en Egipto es probable que se cierre el Canal de Suez, con las repercusiones que para la economía mundial significa, ya lo vemos en el encarecimiento del crudo.



Todo se inició en la famosa plaza de Tahrir del Cairo, punto de reunión para las protestas contra el gobierno de Mohamed Mursi que finalizaron con la intervención del ejército y el derrocamiento del gobierno el pasado 3 de julio, esa acción tuvo un rápida respuesta de los partidarios de Mursi comandados por los Hermanos Musulmanes, después de varias acciones y la disolución de la acampada en la plaza Tahrir la semana finalizó con el saldo cientos de muertos, miles de heridos, y con la proclamación del guía espiritual Mohamed Badia del 16 de agosto cómo "viernes de la ira" porque lo sucedido el 3 de julio fue un golpe de estado, viernes que finalizó con cerca de doscientos muertos a pesar de que el ejército cerró la plaza con vehículos acorazados y alambradas. Las acciones emprendidas por los Hermanos Musulmanes están consiguiendo resquebrajar la oposición a Mursi, dos personalidades cómo el influyente imán de la mezquita del Al Azhar ya pidió moderación ante la matanza del miércoles 14 de agosto, y el Nobel de la Paz Mohamed el Baradei Vicepresidente de Asuntos Internacionales anunció también ese día la renuncia al cargo, los dos apoyaron a los militares cuando depusieron al presidente Morsi tras los movimientos multitudinarios en su contra.
Occidente reacciona llamando a la sensatez, el presidente Obama anuncia que las relaciones cambian cuando se actúa con violencia y anula las maniobras previstas con el ejército egipcio, François Hollande y Angela Merkel solicitan una reunión de la UE, propuesta apoyada por el Reino Unido e Italia, ¿están cambiando la estrategia?, ¿será suficiente?, ¿llegan tarde?. El "viernes de la ira" se transforma en  "semana de la ira" y las mezquitas ya son campo de batalla. La partida continúa con movimientos de Rey, Torre y Peones, en Túnez la oposición pide cambios, no varían los acontecimientos en Siria, Irak, Afganistán y Pakistán, e Irán no cambia sus objetivos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario