Desde la política nacional, las relaciones internacionales e incluso con el tiempo nos encontramos con la “tormenta perfecta”, de la que sólo con gran pericia y buenos timoneles se puede salir y llegar a buen puerto.
En el mes de diciembre se complicó todo, aunque parte, me refiero a las “Primaveras” y Cataluña, el inicio fue la reunión sobre el Cambio Climático en París en donde con un gran rigor científico (en función de lo demandado por Arabia Saudí) se fijó en 1,6°C el aumento que nos conduciría a finales de siglo sin cataclismo, evitando las motivadas por el hombre principal productor del CO2, al usar productos que lo producen sin descartar el producido por el ser humano y otros animales al respirar, incrementado por la superpoblación (no es la primera vez que se menciona) siendo necesario tomar “medidas” para evitarlo, porque tampoco existen los suficientes alimentos para que puedan comer todos. Aquí con el afán de lograr la “tormenta perfecta” se olvidan de los millones de toneladas que los países desarrollados tiran para mantener los precios. Según algunos sobramos unos cuantos millones de personas en el mundo para poder hacerlo ecológicamente viable.
Debido a causas que se repiten con periodicidad cómo: Fase positiva Oscilación Atlántico Norte, Niño en plena actividad, récord de hielo marino en la Antártida, con los flecos de la actividad solar entre otras, tuvimos temperaturas superiores a lo normal, causa por la que ya algunos anunciaron que habíamos alcanzado el incremento del 1,6°C que se esperaban par fin de siglo, el inicio se vislumbraba, al ir acompañado de las masacres parisinas y de Oriente Medio. Viendo el panorama no es sorprendente la decisión tomada por Rusia en dos documentos del presidente Putin donde aprueba el uso de la fuerza para defender los intereses rusos, y avisa que uno de las amenazas para Rusia es USA, días después estalla el conflicto entre Irán-Arabia Saudí, uniéndose a los de Siria, IS, Irak, Afganistán, Coreo del Norte, Nigeria, Egipto, Libia… El inicio de la “tormenta perfecta” ya está en marcha. En nuestra España sólo repetir lo que El Rey pide en la Pascua Militar: “una reacción valiente de unidad y firmeza en la defensa de nuestro modelo de convivencia”.
En el mes de diciembre se complicó todo, aunque parte, me refiero a las “Primaveras” y Cataluña, el inicio fue la reunión sobre el Cambio Climático en París en donde con un gran rigor científico (en función de lo demandado por Arabia Saudí) se fijó en 1,6°C el aumento que nos conduciría a finales de siglo sin cataclismo, evitando las motivadas por el hombre principal productor del CO2, al usar productos que lo producen sin descartar el producido por el ser humano y otros animales al respirar, incrementado por la superpoblación (no es la primera vez que se menciona) siendo necesario tomar “medidas” para evitarlo, porque tampoco existen los suficientes alimentos para que puedan comer todos. Aquí con el afán de lograr la “tormenta perfecta” se olvidan de los millones de toneladas que los países desarrollados tiran para mantener los precios. Según algunos sobramos unos cuantos millones de personas en el mundo para poder hacerlo ecológicamente viable.
Debido a causas que se repiten con periodicidad cómo: Fase positiva Oscilación Atlántico Norte, Niño en plena actividad, récord de hielo marino en la Antártida, con los flecos de la actividad solar entre otras, tuvimos temperaturas superiores a lo normal, causa por la que ya algunos anunciaron que habíamos alcanzado el incremento del 1,6°C que se esperaban par fin de siglo, el inicio se vislumbraba, al ir acompañado de las masacres parisinas y de Oriente Medio. Viendo el panorama no es sorprendente la decisión tomada por Rusia en dos documentos del presidente Putin donde aprueba el uso de la fuerza para defender los intereses rusos, y avisa que uno de las amenazas para Rusia es USA, días después estalla el conflicto entre Irán-Arabia Saudí, uniéndose a los de Siria, IS, Irak, Afganistán, Coreo del Norte, Nigeria, Egipto, Libia… El inicio de la “tormenta perfecta” ya está en marcha. En nuestra España sólo repetir lo que El Rey pide en la Pascua Militar: “una reacción valiente de unidad y firmeza en la defensa de nuestro modelo de convivencia”.
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