Lo nuclear nació con
el "pecado original" del lanzamiento de dos bombas atómicas sobre
Hiroshima y Nagasaki los días 6 y 9 de agosto de 1945, donde murieron 300.000
personas. Poco se ha hablado que desde el inicio lo prioritario para la ciencia
fue ver las grandes posibilidades que se abrían con el descubrimiento de esta
forma de energía, y las ventajas para la humanidad.
La utilización de
radiaciones en medicina empezó hace un siglo, y ha evolucionado con los avances
científicos de la Física, de la Oncología y de los ordenadores, mejorando tanto
los equipos como la precisión, calidad e indicación de los tratamientos. La
radioterapia conjuntamente con la cirugía y la quimioterapia es uno de los tres
pilares del tratamiento del cáncer. El gran avance lo produjo el físico Robert
R. Wilson que en 1946 sugirió que los protones podrían usarse de modo efectivo
contra el cáncer, los primeros tratamientos se realizaron en el laboratorio de
Uppsala (Suecia) en 1951, posteriormente en Berkeley (USA) en 1954. En la
radioterapia los isótopos radiactivos atacan las células dañando el ADN de las
cancerosas impidiendo que crezcan y se dividan, desgraciadamente también pueden
destruir las células sanas. Las radiaciones ionizantes que se usan en
radioterapia son: electrones, rayos X, fotones, protones e iones pesados. Los
isótopos comúnmente utilizados son: Carbono-12, Cesio-137, Cobalto-60,
Yodo-131, Fósforo-32, Oro-198, Iridio-192, Paladio-103. Más manipulables que
los usados inicialmente.
Los procedimientos
de diagnóstico por imágenes de medicina nuclear utilizan isótopos para detectar
o descartar problemas de salud. Hay dos modalidades principales, las que
utilizan isotopos emisores de rayos gamma que se detectan por medio de una gamma
cámara exterior al paciente, las que utilizan
radioisótopos beta que precisan de un ciclotrón para ser generados.
Gammagrafía o
Escintigrafía técnica derivada de la
radiografía, que utiliza la radiación procedente de un isótopo para impresionar
la película fotográfica. Dicho isótopo se acumula en zonas concretas: así, por
ejemplo, si se utiliza un isótopo que va a las zonas en crecimiento, y permite
detectar metástasis en los huesos utilizando isótopos de tecnecio. El isótopo
para el tiroides es de iodo, el pulmón utilizando dos técnicas en función de lo
que se desea diagnosticar, inhalación y perfusión (inyección) los isótopos son
de tecnecio o galio.
SPECT (Single Photon
Emission Computed Tomography) utiliza rayos gamma que producen los isótopos radioactivos
como el tecnecio-99 que se introducen por perfusión. Es muy parecida a una
radiografía, pero utiliza una cámara sensible a los rayos gamma, cada uno de
las imágenes que se obtienen es bidimensional, combinando las imágenes tomadas
se obtiene imágenes tridimensionales, pudiendo obtener secciones en cualquier
orientación. Imágenes que se pueden
superponer con Tomografía Axial Computarizada (TAC) o Resonancia Magnética
Nuclear (RMN) para producir diversas vistas que permiten que la información se
correlacione y se interprete en una sola imagen, las nuevas unidas ya son una
fusión de las dos SPECT/TAC. Es útil en el diagnóstico de enfermedades
coronarias, cardiomiopatía, funciones cerebrales, y en la localización de
algunos tipos de tumores.
PET (Positron
Emission Tomography) esta técnica utiliza radioisótopos emisores beta que
precisan de un ciclotrón para ser generados. El isótopo produce un positrón que
después se aniquila con un electrón para producir los dos fotones gamma en
direcciones opuestas que son captados y trasformados en imagen, se utiliza para
el estudio de la fase y alcance en que se encuentra el cáncer, para el estudio
de demencias, accidentes vasculares cerebrales o tumores. También sirve para el
estudio de la enfermedad de Parkinson a través de la medida de los rastros de
neurotransmisores químicos como la dopamina. Se ha publicó en febrero en la
revista "Archives of Neurology" una técnica -desarrollada por un
grupo de los especialistas dirigido por Gary Small de la Universidad de California
en Los Ángeles- que permite predecir el Alzheimer en un periodo que, de
momento, alcanza los dos años. En Cardiología se puede emplear para estudiar el
músculo cardiaco antes de su trasplante.
Densitometrías para
valorar la salud ósea y detectar la osteoporosis, mediante tres sistemas rayos
x, ultrasonidos o isótopos radiactivos, y la angiogammagrafia (cerebral,
hepática, renal…) que usa en ocasiones radioisótopos para el diagnostico.
La investigación sigue, las últimas noticias
confirman que una nueva medicina a base de Radio, elemento más radioactivo que
el Uranio, que ataca la metástasis de hueso está a punto salir al mercado, y
abre el camino a una nueva forma de medicina. En esa dirección va el proyecto
del CERN, conocido provisionalmente por el nombre de MEDICIS que hará posible
generar una gran variedad de isótopos radiactivos que mediante procesos de la
imagen serán capaces de resaltar tejidos cancerosos y destruirlos emitiendo
isótopos locales que destruyan las células. Lo que se está pregonando cómo
dañino y mortal resulta que es uno de los caminos para salvar vidas combatiendo
uno de las enfermedades que más gente mata en nuestra sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario