El día 1 de
septiembre las bombillas incandescentes tradicionales, las que se han utilizado
siempre ya no volverán a fabricarse en la UE en aplicación de la directiva
comunitaria 2009/125. Una de las razones que se esgrimen es que consumen mucha
energía y que sólo el 10% se transforma en luz el resto en calor, dependiendo de las condiciones
ambientales puede llegar al 15% de rendimiento luminoso.
Desde hace unos años
nos han dicho que aunque más cara, son más eficiente y por lo tanto a largo
plazo ahorramos dinero, son las bombillas de bajo consumo -Compact Fluorescent
Lamp (CFL)- que incluso no hace mucho tiempo se promocionó regalándolas, sin
mucho éxito, y vendiendo sus ventajas, son una de las soluciones que tenemos, y
a corto plazo la que se va imponer. Los datos hablan de una mejor rentabilidad
a largo plazo que las tradicionales, se empieza a amortizar a las 2.000 horas
de funcionamiento. La luz la proporciona el vapor de mercurio existente en las
CFL, al ser excitado eléctricamente, emite radiación ultravioleta que al
interactuar con las sustancias químicas del interior de la bombilla genera luz.
El contenido de mercurio es actualmente 5 mg y se reducirá a 3,5 mg en 2012 y
2,5 mg en 2013. Contiene materiales pesados. La OCU no las considera peligrosas,
“El mercurio solo es un problema si la bombilla se tira al cubo de basura en
lugar de llevarla a reciclar o si se rompe de forma accidental”, aunque si se rompe en casa hay que: dejar la
habitación sin personas o animales y dejar una ventana abierta durante unos 10
minutos (apagar el aire acondicionado si está puesto), recoger los restos de la
bombilla con un trozo de cartón o una toallita húmeda en lugar de la escoba o
la aspiradora y colocar todos los restos en una bolsa, junto al cartón y la
toallita utilizados, y llevarlos a un punto limpio, donde se recojan
fluorescentes para su reciclaje. Que es un resumen de las 8 recomendaciones de
"La Agencia de Protección Ambiental de EEUU".
Una variante de la
bombilla incandescente empezó su andadura en 1959 es la lámpara halógena que
lleva tiempo en el mercado, está compuesta por filamento de tungsteno o
wolframio dentro de un recipiente de cuarzo que necesita un gas halógeno
normalmente yodo o bromo para funcionar, lo que hacen a altas temperaturas,
esas temperaturas provoca vapor de tungsteno
que se combina con el gas halógeno, el cual vuelve al filamento y se
solidifica el tungsteno liberando el halógeno, lo que permite que duren 2.000 a
4.000 horas.
La última novedad la
tenemos en la LED -Light-Emitting Diode (diodo emisor de luz)- se presentó en
1962, emitiendo en la actualidad luz blanca mezcla de un LED azul recubierto de
fósforo que produce la luz amarilla, la combinación es una luz blanca que se
conoce cómo "luz de luna", para obtenerla luz azul se utiliza seleniuro de zinc o nitruro de galio e indio
o carburo de silicio.
La energía no llega a
la mayor parte de la población, debemos tenerlo presente, ya que sin ella la
evolución de los países del tercer mundo será casi imposible, y los estaremos
condenado a vivir en la situación actual durante algunos siglos más. ¿Les vamos
exportar energía y elementos de alumbrado caros y contaminantes si no se
reciclan correctamente?. ¿Donde se almacenarán los residuos?.
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