jueves, 6 de marzo de 2014

Cercados por las normativas - Surrounded by the regulations

Nunca hubo tantas leyes y reglamentaciones para el "bien" del ciudadano, y algunas de poca duración, de tal modo que lo que hoy era legal, deja de serlo y los ciudadanos sin poder decir o hacer nada. 
No me refiero a países del tercer mundo, pienso en los occidentales y mucho más concretamente en nuestro país. Dos casos acaecidos hace poco nos sirven de ejemplo: el de la tarifa eléctrica que tanto daño y frío causa a muchos ciudadanos, la mayoría los más pobres, o la prohibición de vender ciertos alimentos en los colegios para evitar la obesidad de los escolares -fuera de los centros no importa-.


No es únicamente el Estado, encontramos lo mismo en las comunidades autónomas, ayuntamientos e incluso en directivas de la UE. Cuando se percatan de que se equivocaron -o conviene para obtener otros fines-, se modifican, anulan o cambian lo legislado. Son muchas las leyes, normas y directivas que se pueden traer a colación. Otros dos ejemplos nos sirven: uno de la UE y la fecha de caducidad o consumo preferente -¿cuánto se ha tirado a la basura sin necesidad?-, y otro de la legislación autonómica-estatal, al comprobar que el llamado "céntimo sanitario" es ilegal y que no sólo tienen que suprimirlo, sino devolverlo, ¿cómo lo van hacer?, ¿la mayoría guarda el tique de la gasolinera? Dinero perdido por el ciudadano, aunque veremos por donde salen para que la caja sanitaria siga recibiendo lo mismo. Tendrían que cumplirla con la misma rapidez que con la anulación de la llamada "ley Parot", pero todo apunta a que se retrasará. El ciudadano habrá perdido su dinero, y otra ley paliará el efecto. Demagógicamente hablando podría ser ¿cobrar por el aire que respiramos en los bares y restaurantes por no respirar el humo del tabaco?

Como en otras épocas históricas nos encontramos en una situación en donde la libertad vuelve a ser algo por la que tenemos que seguir luchando y con las mismas fuerzas que dijo Winston Churchill el 13 de mayo de 1940: "Sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor" para no perderla. Aunque el riesgo es grande, tanto es así que hasta el propio presidente Obama ha tenido que decir: "Las libertades no pueden ser sacrificados en el altar de la seguridad nacional”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario