jueves, 18 de enero de 2018

Un poco de lo que debemos cambiar en 2018 - A little bit of what we should change in 2018

Los problemas endémicos que Ourense tiene deben solucionarse sin demora. Hemos comprobado que los desafíos para salir del estancamiento, por no decir cuesta abajo, en el que nos encontramos no los van a arreglar desde fuera. Promesas muchas, dinero y realizaciones poquitas, menos mal que tenemos unos cuantos políticos y empresarios que están dando el “do de pecho” e impulsando actuaciones que van paliando algo y evitando que desaparezca Ourense, capital y provincia, y se convierta en un bosque lleno de robles comidos y secos. 
La cabeza que hemos asomado durante el 2017 tiene que servir para que podamos crecer y crear cuanto antes puestos de trabajo, ayudar al pequeño comercio y autónomos para salir adelante. Es triste ver cómo día tras día los pequeños comercios van cerrando y no son reemplazados por nuevos, y no puede decirse que es culpa de los precios o la variedad que tienen, son comparables con los de los grandes comercios. Se tiene que actuar para que sigan abiertos y puedan generar empleo. En las pymes sucede algo parecido. Es preciso un impulso revulsivo para aumentar la actividad y ayudarles a utilizar las herramientas tecnológicas que les permitan alcanzar nuevas metas, reducir costes y si es posible vender por Internet. En España, el 25% de las ventas de Navidad y Reyes se hicieron por ese sistema, así podríamos iniciar el atajo del gran problema demográfico que cada día es más grande.
Sin contar lo que llevamos atrasado por falta de las inversiones de entidades superiores a la provincia, es indispensable que se cumplan las licitaciones presupuestadas en las infraestructuras de comunicaciones por carretera, ferrocarril, y del ya casi “fantasmal” AVE. Contamos con menos frecuencias de trenes, y escasos servicios en las villas, que el eje Coruña-Santiago-Vigo, a lo que se puede añadir que los precios de Ourense son un 66 % más caros que los de esas líneas. Los accesos a Ourense desde la autovía son insuficientes, malos para los polígonos industriales, ya que el envío de lo que se fabrica o monta incrementa el tiempo de entrega y gasto en combustible. Sepamos que los ourensanos tributamos más impuestos que antes de la crisis, por lo que hay que exigir el cumplimiento de lo prometido, programado y licitado.

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