Heliosfera
Obviamente cómo todo
lo relacionado con el Sol tiene influencia en nuestro clima, cómo se ha visto a
lo largo de la historia, un ejemplo lo tenemos en el llamado ciclo de
Gleissberg, causante del famoso Mínimo de Maunder, que originó la pequeña edad
de hielo entre 1645-1715. Recientemente se han realizado modelos por ordenador
sobre la influencia de los cambios de luminosidad solar, y se ha visto que un
incremento de 1% de la luminosidad puede hacer variar 1 o 2 grados la
temperatura terrestre.
Las llamaradas
solares tienen una escala que va precedida de una letra A, B, C, M y X, de
menor a mayor intensidad, seguida de un número del 1 al 9. Justo estamos en el
punto álgido de eyecciones solares, una tormenta importante tuvo lugar 5 de
Marzo 2012, fue de X5 y surgió de la mancha solar 1429, anteriormente las del mes de enero fueron
clase M (la del 29 M3, y la del 24 de M8,7 muy cerca de la intensidad máxima)
provocadas por la mancha solar 1401. Actualmente las que están llegando son las
de la mancha 1504, de esta y otras tendremos todo el año para ir decreciendo
hasta el año 2019, iniciándose un nuevo ciclo.
Eyección mancha solar
¿Realmente son
peligrosas?, rotundamente no. La situación me trae a la memoria una entrevista
que le realizaron últimamente a Santiago Pemán, hasta hace poco meteorólogo de
la televisión gallega, que decía que lo que antes era invierno y normal
meteorológicamente hablando, ahora se declaraban alertas y con colores. La más
grave ocurrió en las Navidades del año 2006, cuando una tormenta de escala X9,
la de mayor magnitud, que dejó fuera de servicio los dispositivos GPS a nivel
mundial durante 10 minutos, además de dañar el satélite GOES 13, generador de
imágenes.
Lo que está
ocurriendo no es nada nuevo, sucede cada 11 años en el llamado periodo de
Actividad Máxima Solar, y este viento solar tarda en llegar a la tierra entre
24 y 36 horas, alcanzando en las proximidades de la tierra una velocidad media
de unos 500 Km/s -la máxima puede ser de unos 1.900 Km/s-, la velocidad con la
que las actuales están llegando a la tierra está entre unos 1.400 y los 1.700
Km/s. La cantidad de protones que se detecta son los mayores de lo últimos
años, y según ESA (European Space Agency- Agencia Europea Espacial) similares a
la ya mencionada de Navidades de 2006.
Afortunadamente, la
Tierra está preparada, la magnetosfera en la que se encuentran los cinturones
de Van Allen, forma en escudo protector que desvía la mayor parte de este
viento solar. Para los que quieran profundizar más decirle que actúan cómo la
fuerza de Lorentz (fuerza ejercida por el campo electromagnético que recibe una
partícula, en este caso electrones y protones, que hace cambiar la dirección).
Una actividad solar similar a la actual tuvo lugar en el año 1859, que fue
detectado por el astrónomo Richard Carrington, es la primera noticia de
eyección solar de grandes repercusiones que se conoce.
Cinturones de Van
Allen
El negar que tenga
consecuencias, es cómo decir que con un golpe que se dé a un cuerpo no pasa
nada, ahora bien de ahí a llegar a achacarle casi la muerte de Kennedy o el
apagón de Nueva York hay un abismo. Las llamaradas golpean a la Tierra desde
diferentes ángulos, los efectos por lo tanto depende de ese ángulo. Hasta el
día de hoy no se tiene noticia científica de nada apocalíptico. Cómo se ha
visto la Tierra tiene su propia protección, otra cosa son los satélites, que
orbitan fuera de esa protección, el viento solar puede producir un
desplazamiento de la órbita, del mismo modo que una ráfaga de aire lo hace con
un coche, pero para eso se usa el volante, freno, cambio de marcha y por supuesto
la pericia del conductor. los satélites, preparados para ello y controlados a
la millonésima de segundo.
La Agencia Espacial
Europea incluye entre los posibles daños las redes eléctricas o redes de
telefonía, donde no se han observado alteraciones reseñables. El principal
impacto de estas tormentas se traduce en espectaculares auroras boreales, se
pudieron ver auroras boreales en los cielos del Polo Norte, llegando incluso a
Rusia, Dinamarca, Escocia, Inglaterra,Noruega y EEUU, y auroras australes en el
Polo Sur, Australia y Nueva Zelanda, fenómenos fotografiados y publicados por
todo el mundo.
Ahora volvemos a tener una “preocupación” por lo que ocurre en el espacio, casi similar a la de enero de este año y finales de septiembre del año pasado. Si hacemos caso de lo que leemos vuelve a ser apocalíptico, mucho más que lo ocurrido con la central nuclear de Fukushima tras el terremoto del 11 de marzo de 2011, ya que algunos lo están relacionando con el fin del mundo pronosticado por los Mayas para el 2012, y poniendo cómo hecho incontestable las "previsiones" de la NASA de tormentas solares para diciembre. Conviene recordar lo dicho por Thomas Huxley "La ciencia es el simple sentido común llevado al máximo
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