David
Reitze Director del experimento LIGO (Observatorio de Interferometría láser de
Ondas Gravitacionales) anunció “Damas y caballeros, hemos detectado ondas
gravitacionales…. La señal, detectada el 12 de septiembre, proviene de dos
agujeros negros en rotación deformando el espacio-tiempo. Tienen unas 30 masas
solares y están a 1.300 millones de años luz…. Proceden de la Nube de
Magallanes, una galaxia satélite de la Vía Láctea…. Piensen en algo de unos 150
km de diámetro, con una masa 30 veces la del Sol, y aceléralo a la mitad de la
velocidad de la luz. Ahora piensen en otro objeto que es 35 veces la masa del
Sol y aceléralo a la mitad de la velocidad de la luz, y entonces hágalos
chocar, esto es lo que vimos aquí. ¡Es alucinante!", además de la señal se
ha captado el sonido. A continuación Kip Thorne (cofundador de LIGO) confirmó:
“Fue exactamente como predijo Einstein”. Las ondas que deben su nombre porque
“trasmiten” la energía o fuerza gravitatoria cuando dos objetos chocan entre sí
y que se desplazan a la velocidad de la luz cómo Albert Einstein predijo su
existencia hace 100 años (por eso el anuncio de lo descubierto el 12 de
septiembre de 2015 se hizo el jueves 11 de febrero de 2016) día en el que
formuló la “teoría general de la relatividad”, como consecuencia de las
conclusiones a las que llevaba la teoría: la materia deforma el espacio-tiempo,
lo que se conoce cómo la curvatura espacio-tiempo en el Universo. Hasta ese
momento se habían detectado las que transmiten la luz, y las electromagnética
descritas por Maxwell, hasta aquí todo normal aunque la teoría ondulatoria de Maxwell
no explicaba todas las propiedades conocidas de la luz, es cuando Albert
Einstein, en contra de sus ideas cuánticas, que nunca admitió, dijo que debía
aceptarse alguna forma de “cuanto de luz” para explicar el equilibrio térmico
observado entre la materia y la radiación electromagnética, lo que le valió el
Premio Nobel de Física en 1921. Sería dos años más tarde cuando Arthur Compton
(Premio Nobel en 1927) comprobó que se comportaba de forma cuántica y le llamó
fotón.
Hoy
nos encontramos con el mismo problema, las ondas gravitacionales según se
pensaba conforme a la teoría de la relatividad debían ser continuas, sabemos
que no es así, los gravitones, aunque con masa, se comportan cómo los fotones
de la luz, son ambas cosas a la vez (teoría cuántica), y se desplazan en el
espacio “cómo pelotas o balones” dependiendo de su fuerza o energía (“peso y
fuerza”) sobre lo que caen “hunde” el Universo en ese sitio y acorta distancias.
(En un ejemplo “grosero” que lo puede explicar, es cómo si sobre una sabana
extendida y flotando lanzamos pelotas, hunden la sabana y hace que los extremos
se acerquen) ahí tenemos la curvatura del espacio-tiempo que produce la materia
cómo hace 100 años dijo Einstein, de donde se deduce, entre otras más, que las
ondas gravitacionales son muy diferentes a la luz. Kip Thorne cree que traerán
muchas sorpresas sobre el Universo, de hecho se abren nuevos campos de
investigación, hasta ahora lo que conocíamos del Universo, aproximadamente el
5% era debido a la luz, en el futuro cuando avancemos más en la tecnología de
la detección de ondas gravitacionales será posible ver el Universo a través del
la gravedad. Un éxito que hay que decirlo es totalmente europeo ya que la NASA
por razones presupuestario lo abandonó. En este trabajo participaron 1.004
autores según consta en el estudio publicado en el Physical Review Letters,
para continuar la investigación se les une el
observatorio italiano Virgo situado cerca de Pisa que funciona desde
2007 con el mismo fin.
Por
otro lado este descubrimiento abre caminos fundamentales en la física al
confirmar que existe una unión biunívoca entre las teorías de la relatividad y
cuántica, relación que Kip Thorne, siempre prudente, dijo que este
descubrimiento no las acercaba, lo que nunca admitió Einstein, tenemos sus
famosas discusiones con Niels Bohr -aunque sí admitió lo que él llamó “cuanto
de luz” hoy fotón- y su oposición al entrelazamiento cuántico introducido por Erwin
Schrödinger 1935 que contradijeron con la llamada “paradoja de Einstein,
Podolsky y Rosen (no puede ser fotón si es onda continua), actualmente sabemos
que no existe tal paradoja y que es compatible la onda continua con la
discontinuidad cuántica fotón y que incluso pueden ser las dos al mismo tiene
(sé que no es intuitivito pero es la realidad), de ahí la segunda parte del
título de este articulo. Este hallazgo viene precedido de numerosos estudios,
entre los que destaca por recibir el Premio Nobel de Física en 1993 el realizado en 1987 por, Rusell Hulse y Joseph
Taylor que demostraron que un púlsar binario (dos estrellas orbitando juntas,
una de ellas un púlsar: estrella de
neutrones que emite radiación muy intensa a intervalos cortos y regulares) estaban cambiando ligeramente su órbita
debido a la liberación de energía en forma de ondas gravitacionales en una
cantidad idéntica a la que predecía la teoría general de la relatividad.
Las
ondas gravitacionales son abundantes en el Universos, proceden del choque de
agujeros negros, cómo se ha detectado, pero también se han observado
explosiones o choques cómo las estrellas en sistemas binarias de neutrones, las
supernovas (explosiones de estrellas)…., con una potencia de miles de millones
de bombas atómicas, esa potencia es la que permitió que LIGO las detectase y
oyese aún cuando sucedieron hace 1.300 millones de años luz.
El
descubrimiento del 12 de septiembre de 2015 viene a confirmar lo dicho en
agosto sobre los agujeros negros Stephan Hawkins en la conferencia del KTH
Royal Institute of Technology (Suecia), donde afirmó que mantienen la
información, confirmando las leyes de la mecánica cuántica que indican que la
información del Universo nunca debe desaparecer, y llega a afirmar que es
posible que un agujero negro puede ser la comunicación ente dos Universos, para
mí el nuestro de materia y el de la antimateria existente en el otro Universo,
ambos se formaron en el momento del Big Bang en que ambas existían, teoría que entre
otras se apoya en lo publicado por los científicos del CERN en el mismo mes de
agosto donde afirman que materia y antimateria son iguales.